Lo primero para que nos queden más tiernas es quitarle la telilla de la parte del hueso.

En una olla exprés, vamos a poner el costillar y a cubrir de agua hasta donde nos marque. Añadimos la sal y cerramos la olla.

Vaciar el líquido de la olla y reservar para otra elaboración. Seguido, sacar el costillar a una tabla. Lo hacemos en este orden para no abrasarnos con el agua(por experiencia lo digo).

Hoy he optado por hacerlas con una salsa comprada, pero ya subiré la receta de una rica salsa barbacoa casera. Colocar el costillar en una bandeja apta para horno. Añadir la salsa al costillar para pintarlas bien.

Damos la vuelta y repetimos la jugada. Echamos bien de salsa y a pincelar.

En este momento y con el horno a tope y en posición de «grill», metemos las costillas y las tenemos entre 7 y 10 minutos(aquí depende del horno). Pasado el tiempo, sacamos las costillas y volvemos a echar salsita y a pintar, que para eso somos artistas.

El último y mejor paso, ver cómo han quedado y acabar con ellas. Podéis acompañarlas de lo que queráis, pero yo no concibo unas costillas sin unas buenas patatas fritas.