Huevos: cuando llegan a casa, sin que hayan pasado por la heladera ni cambios de temperatura, pongo a hervir unos cuantos. En MUCHA agua natural o "del tiempo" y nada más. Del momento que comienzan a hervir cuento de 10 a 12 minutos según tamaño. Retiro y enfrío bajo la canilla. Una vez atemperados, los guardo en la heladera. Con cáscara duran 7 días. Pelados, 2.
Es perfecto tener huevos duros listos. No porque me encanten, si no por tener listo algo que nutre, da mucho juego y sacia.

Abrir la lata de arvejas y enjuagar. Aunque este paso es opcional, yo lo hago. Escurrir bien.
Se puede disponer todo en el recipiente donde se va a trasladar, tipo táper o frasco de vidrio.
A mí me gustan los frascos de vidrio de reciclado. Si bien son más pesados y con riesgo de romperse, se evitan los microplásticos, etc, etc. Pero, claramente, quedan descartados para viandas infantiles.

Si querés completar los aminoácidos de las arvejas, sumando de paso algunas proteínas más, acompáñalas de una rebanada de buen pan.
Aquí con uno de grano de sarraceno que tengo congelado en porciones en el freezer. Esto de tenerlo listo y frizado, optimiza mucho los tiempos y evita que caigamos en el consumo de "panes" industriales.
Se descongela solo en un ratito, así que del freezer directo a la vianda.
En mi recetario está lleno de opciones. Te dejo enlazadas una.

Si estás flojita de hierro, situación muy frecuente en mujeres en etapa reproductiva, no agregues ningún lácteo a esta ensalada o en el postre.
Postre sugerido: una pieza de cualquier fruta de estación.
En mi recetario hay muchos postrecitos saludables sin lácteos, pero te aseguro que vas a quedar tan pipona con la ensalada que, como mucho podrás comer una fruta pequeña. 😉