En primer lugar dejamos descongelar el rejo. Yo compro la bolsa de medio kilo del Mercadona que no llega a 3.50€, y vienen ya cocidos y en rodajas.

A continuación ponemos unas tres cucharadas de aceite en una sartén y ponemos los ajos laminados, cuando empiecen a dorarse añadimos el rejo. Removemos un par de minutos y agregamos el vino blanco.

Seguimos removiendo y mientras se evapora el vino lo condimentamos con una mezcla de pimentón dulce y picante (más del dulce que del picante). Integramos bien todos los ingredientes para que nos quede una buena salsa que irá genial con las patatas que vamos a preparar.

Las patatas primero las lavamos, las cortamos por la mitad si no muy pequeñas y las ponemos a hervir con sal al gusto. Cuando estén tiernas, no mucho, las cortamos en rodajas y las metemos en en horno diez minutos hasta que se doren, así quedan mucho mejor.

Por último emplatamos poniendo una base de patatas y el rejo con la salsita encima. Si lo deseamos podemos rociar con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra y aderezar con una pizca más de pimentón picante.

Os va a encantar la salsa con las patatas horneadas, así nunca nos va a quedar seco el rejo, ya que no se trata de pulpo de primera.

Ya solo nos queda acompañarlo con un vino blanco afrutado, os recomiendo este que se llama El pescaito, en casa gustó mucho por su suavidad, y contrarresta perfectamente el picante que lleva el plato. Espero que lo disfrutéis, ¡buen provecho!