Ensaladilla de pasta fría

Empezamos poniendo en una olla los dos litros y medio de agua y la llevamos a ebullición, cuando empiece a hervir añadimos dos cucharaditas de sal y removemos bien. Cuando empiece a hervir de nuevo añadimos la pasta y removemos al principio para que no se pegue.

Cocinamos el tiempo recomendado en el paquete para que esté al dente. Una vez pasado el tiempo escurrimos (no hace falta enfriarla con agua ni añadirle aceite), y la reservamos en el recipiente en el que vamos a servir para que se vaya enfriando.

Mientras se enfría la pasta, lavamos y cortamos los tomates en cubos. Lavamos, pelamos y rallamos las dos zanahorias.

El aderezo es muy fácil de hacer, se mezclan todos los ingredientes muy bien y se salpimenta al gusto (Consejo: no añadir mucha pimienta de golpe ir probando para que no pique mucho). Añadimos dos cucharadas del agua de cocción de la pasta para diluir un poco y que sea más fácil mezclar con la pasta luego. Lo guardamos en la nevera.

Una vez fría la pasta, le añadimos los tomates, las zanahorias y el maíz y la metemos en la nevera una o dos horas para que esté bien fresquita.

Si cabe la posibilidad, aliñar la ensalada con el aderezo media hora antes de servir y volver a meterla en la nevera, así acabarán de incorporarse bien todos los sabores. En caso de que no tengáis tiempo, aliñada en el momento también queda estupenda.