Thermomix: Lo primero es templar el agua, 2 min, 37°C. Añadimos la levadura fresca y diluimos, vel. 1, 2 min.

Añadimos la harina y la sal. Mezclamos velocidad 4, 15 segundos.
Luego amasamos 5 minutos, vaso cerrado, vel espiga, giro izquierda. Vamos añadiendo la leche, poco a poco. No la añadereemos toda, por eso la diferencia de cantidades de leche. Según veamos como absorbe la harina la leche. Esto pasa por la fuerza de la harina que compremos.
Debe de quedar una masa elástica y nada pegajosa. Si queda pegajosa se añade un poco de harina mientras se sigue amasando a velocidad espiga.

A continuación, calentamos una sartén a fuego medio-fuerte, una gota de aceite y extendida con un papel. Cogemos una de las bolas y la aplastamos con la mano hasta que quede plana, con 1 cm de grosor más o menos.
Cuando esté la sartén calentada, echamos la bola aplanada y la dejamos unos minutos, hasta que veamos que está dorandose (no dejar que se tueste demasiado). Le damos la vuelta y el mismo proceso, aquí veremos como se infla. No hay que aplastar la masa, se irá haciendo sola.

Cuando esté doradito, sacamos y dejamos enfriar.
Podemos ponerle encima un poco de aceite con perejil, o con ajo.
Si no lo vamos a comer en el momento, en cuanto se enfríen se pueden meter al congelador(sin aceite, después de hacerlos). Después, cuando vayamos a comerlos, los descongelamos y le damos una vuelta en la sartén.

Amasadorsa: Calentamos el agua 1 minuto en el microondas y añadimos al bol. Diluimos la levadura y dejamos reposar 5 minutos para que se activen las levaduras. Luego, añadimos la sal y la harina y amasamos 5 minutos a media - máxima velocidad. Durante el amasado vamos añadiendo con cuidado la leche, poco a poco, que veamos que la harina puede absorberla. Igual que con la Thermomix, no debe de quedar pegajosa, ir añadiendo harina o leche en función de lo que necesitemos.