Vamos descongelando, en agua tibia, las migas de bacalado desaladas. También puedes utilizar las típicas migas de bacalao saladas que hay que desalarlas después. Yo compro las que veis en la foto por comodidad y porque salen muy buenas.

Vamos poniendo en agua con un puñado de sal las almejas para que suelten la arenilla.

Sofreímos el pimiento, el ajo y las hojas de laurel. Añadimos un poquito de pimienta negra molida y sal.

Mientras vamos haciendo el sofrito preparamos el caldo de pescado hirviendo en agua las cabezas y espinas del pescado con un puñadito de sal. A veces he utilizado caldo de pescado preparado del que venden en brick.

Cuando el sofrito está a medias añadimos el tomate a trocitos. Dejamos sofreír unos minutos y después incorporamos las anillas de calamar.

A los pocos minutos añadimos las migas de bacalao (bien escurridas de agua). Damos unas vueltas con el sofrito y al poco incorporamos también tomate frito para darle color al guiso. Así evitamos tener que echarle colorante alimentario. Echamos tres puñaditos de arroz largo. Removemos bien.

Mientras se va haciendo el sofrito vamos salteando las almejas. Dejamos que se vayan abriendo poco a poco, si ponemos una tapa a la sartén mejor. Las reservamos.

Añadimos al sofrito el caldo de pescado bien colado.

Yo pongo algo más de caldo que un arroz normal para que quede un poco caldoso el guiso. No tengo medida fija, lo pongo "a ojo". Pelamos las patatas, las troceamos y añadimos a la cazuela.

Cuando le falte un poquito de cocción al arroz y a las patatas (aun quedará un poco de caldo) incorporamos las almejas que teníamos reservadas.

Dejamos a fuego mínimo unos minutos. Retiramos del fuego y dejamos reposar 3-4 minutos más.

Emplatamos y servimos caliente.