Primero a partir de este pote de yogur casero vamos a hacer más yogur: en un jarro colocamos el litro de leche y calentamos sólo hasta entibiarla. Retiramos del fuego y sumamos el yogur que previamente batimos para desarmar su estructura y que quede fluído. Integramos bien a la leche.

Llenamos los frascos de la yogurtera bien limpios y secos (en este caso yo los tenía ocupados así que usé un tupper apto microondas) y programamos la yogurtera como haríamos habitualmente, la mía llega a 8 horas.
Una vez transcurrido el tiempo llevamos a la heladera y dejamos que tome consistencia hasta el día siguiente.

Tomamos un paño para quesos o ricotta casera así como un lienzo o repasador de algodón de uso exclusivo para estas elaboraciones, y lo ajustamos a la boca de una jarra o tupper alto, dejando un espacio entre el fondo de este y el lienzo. Entonces volcamos nuestro yogur y llevamos a la heladera a que filtre por 36 horas.

Transcurrido el tiempo tendremos un yogur súper concentrado, cremoso y firme.
Pasamos la preparación obtenida a un recipiente y añadimos una pizca de sal, no para salarlo sino para resaltar el sabor lácteo y que parezca más un queso crema.
Conservar refrigerado en recipiente hermético tapado por hasta 5 días.

Y listo nuestro untable para disfrutar en platos tanto dulces como salados!

Que es lo que me gusta tanto de esta receta?
Que parece muy complicado todo el tiempo que lleva, etc pero si se hace sin prisa la intervención que requiere es mínima: el yogur lo hace la yogurtera, el filtrado se hace en heladera, así que lo único que requiere realmente es paciencia!