Para preparar la bechamel, tostamos la harina ligeramente en una sartén con aceite o mantequilla. Debe estar el fuego bajo y no dejamos de mover para que pierda el sabor a crudo pero sin quemarse. Más o menos 4 min. Apartamos del fuego y añadimos el caldo vegetal caliente removiendo con varillas o una cuchara hasta que la harina quede disuelta. Llevamos de nuevo al fuego hasta que espese y obtengamos una salsa suave y cremosa. Condimentar al gusto.

Troceamos la cebolla, el pimiento, el calabacín y la calabaza.

Poner al vapor el brécol hasta que esté al dente y las habas para poder quitar la piel fácilmente. (También puede ponerse a hervir entre 3- 5 min aproximadamente). Después reservamos el brécol.

Retiramos la piel a las habas, ya que la textura al paladar es mucho más suave (se puede omitir éste paso). Reservar

Salteamos la cebolla, damos unas vueltas y añadimos el pimiento, cuando esté la cebolla transparente y el pimiento al dente, añadimos el calabacín y mezclamos para que se integren los sabores.

Añadimos la calabaza y le damos unas vueltas. Condimentar al gusto. “Yo le he puesto sal, pimienta y comino”.

Diluimos en una parte del caldo vegetal la harina de maíz y la añadimos a las verduras movemos bien y completamos con caldo vegetal hasta cubrir las verduras. Dejamos que espese y tome una consistencia cremosa.

Añadimos el brécol y las habas, mezclamos bien, retiramos del fuego y reservamos.

Engrasamos una bandeja para horno y colocamos las láminas de lasaña pre- cocida cubriendo el fondo. Rellenamos con la mitad de las verduras.

Ponemos otra capa de láminas de lasaña y repetimos la operación anterior. Terminar con una capa más de lasaña. Ponemos encima la salsa bechamel que teníamos reservada.

En ésta versión más saludable, no pongo queso pero si queréis ponérselo, es el momento de añadirlo. Lista para llevar al horno a gratinar.

Llevar al horno a 170º unos 15 minutos o hasta que se gratine.