Primeramente, la nata debe estar al menos 24h en la nevera, y los materiales que vayamos a utilizar para montar la nata los meteremos en el congelador durante 1 hora (varillas y bol). La leche y la confitura deben estar fríos. Añadimos las 2 cucharadas soperas de miel a los 250 ml de leche de coco, movemos. Añadimos la confitura a cucharas ya que debemos ir eliminando restos (el clavo y las hojas de hierbabuena). Una vez la hayamos volcado toda sin residuos, lo trituraremos todo con la batidora.

Una vez esté todo bien triturado, pasaremos la mezcla por un colador para retirar la pulpa, debe quedar una mezcla líquida sin residuos ni tropezones.

Añadimos las 2 cucharadas soperas de coco rallado, machamos las 2 onzas de chocolate blanco y las volcamos también en la mezcla.

Comenzamos a montar la nata.

Vamos añadiendo la mezcla poco a poco, una vez todo mezclado volcamos en un bol para introducir en el congelador.

Metemos en el congelador durante 1 hora, después removemos con un tenedor haciendo hincapié en los bordes. Dejamos en el congelador otra hora y repetimos el proceso. Si lo queréis presentar en tarritos individuales, ahora es el momento. Yo he utilizado las mitades de las 2 naranjas que utilicé para preparar la confitura, las vacié y las guarde en la nevera durante 24 h. También lo podéis dejar en el molde inicial, de ser así después de remover la segunda vez, dejáis en el congelador 5-6 horas.

Listo!!!! Para presentar o finalizar nuestra receta, espolvoreamos un poco de canela, coco rallado y muesli por encima y añadimos una o dos hojitas de hierbabuena. #BuenProvecho😋