Tocinillo de cielo

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña

En casa tenemos a un súper goloso.... y cuando tiene un día complicado, intentamos tenerle siempre un capricho...
Es una receta sencilla, donde el mayor problema -para el goloso- es esperar el tiempo de reposo en la nevera.
#weekendreto

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Ingredientes

3 horas
7 Raciones
  1. 3Yemas de huevo de corral
  2. 1Huevo de corral
  3. 80 gAzúcar
  4. 200 mlAgua
  5. Para el caramelo:
  6. 50 gAzúcar
  7. 125 mlAgua
  8. 1/2Limón (zumo)

Paso a paso

3 horas
  1. 1

    Separamos la clara de las yemas. Y añadimos el huevo completo. Batimos hasta que sea una masa uniforme.

  2. 2

    En un pote pequeño, mezclamos el agua y el azúcar, para que se forme almíbar.

  3. 3

    Una vez rompa a hervir, remover de manera continuada y dejarlo por 5 minutos. Reservamos para que se enfríe ligeramente. Precalentamos el horno a 180º C.

  4. 4

    Vertemos en los moldes y metemos estos, en un recipiente apto para horno, para hacerles el baño María.

  5. 5

    Para el caramelo: en una sartén añadimos el azúcar, el agua y el limón y vamos removiendo hasta que tome un tono dorado.

  6. 6

    La mejor manera es dejar caer un hilito fino de almíbar e ir removiendo de manera constante.

  7. 7

    Añadimos el almíbar a las yemas, con cuidado de que las yemas no cuajen, y sin parar de remover.

  8. 8

    Vertemos la mezcla en los moldes. Y los dejamos en el horno 30 minutos.

  9. 9

    Dejamos que tome temperatura ambiente, y los metemos en la nevera -cuanto más tiempo esté, mejor.... Desmoldamos con cuidado.

  10. 10

    Y a disfrutar!

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Escrita por

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña
Me encanta recorrer el mundo en cada bocado.Apasionada del mar, de los viajes, de la astronomía y de los libros. Poco golosa pero exigente con la calidad de los productos. ¿El final perfecto de cualquier instante gastronómico? La buena compañía... tanto a la hora de prepararlo en la cocina, como al sentarse en la mesa. Porque disfruto cocinando con y para los míos; me encanta ese desafío de conectar con mis comensales, de compartir y de no sólo hacer disfrutar a las papilas gustativas. De crear, en definitiva, un momento, un recuerdo y un vínculo con los que quiero.
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