Risotto con setas y queso Gorgonzola

Preparamos todos los ingredientes

Cortar la cebolla y el ajo en trocitos muy pequeño. Lavar las setas, secarlas y cortarlas en láminas. Templar el vino (lo metemos en el microondas y dejamos que se temple un poco, no puede estar frío) calentar el caldo de pollo, reservar.

En una sartén ponemos 1/3 de nuestra mantequilla con 1 cucharada sopera de aceite (así no se quemará la mantequilla cuando esté caliente) poner la cebolla y el ajo, añadimos un poco de sal y dejamos que se ponga blandita, cuando esté la cebolla añadimos las setas, un poco de sal y 1/2 cucharadita de pimienta blanca, rehogar todo muy bien

Cuando estén tiernas y con color añadimos el vino blanco, dejamos que cueza unos minutos para evaporar el alcohol, añadir el arroz, mezclar todo muy bien

Añadir 2 cucharones de caldo de pollo, esperar a que se evapore antes de volver a añadir más caldo, una vez evaporado añadir 1 cucharón más de caldo y esperaremos a que el arroz absorba el líquido

Añadir el queso Gorgonzola en trozos, mezclar bien y dejar que el arroz absorba los sabores. Volvemos a poner otro cucharón de caldo y volver a dejar que lo absorba el arroz.

Iremos poniendo cazos de caldo hasta conseguir la dureza deseada del arroz (siempre de cazo en cazo) estaremos muy pendientes del arroz, no se nos puede agarrar. Cuando el grano quiera estar un poco blando, añadimos el resto de la mantequilla troceada, remover muy bien, ir probando el arroz hasta conseguir la textura deseada.

Rallamos el queso grana padano, lo incorporamos al arroz, remover con movimientos envolventes, del contorno hacia el centro, probar la textura del arroz, si está un poco duro añadir el último cazo de caldo (ya no podemos añadir más caldo)

Cuando el grano tenga la textura deseada dejaremos que se evapore el caldo removiendo constantemente del contorno hacia el centro. Nuestro Risotto está terminado, tapar con paño de cocina hasta que evapore el caldo a gusto de cada uno.