1. Lo primero que vamos a hacer es derretir el chocolate, puedes hacerlo en el microondas pero a mi siempre me gusta hacerlo al baño maría, y más el chocolate blanco que es más delicadito. Por otra parte, comenzamos a fundirlo para que luego no esté tan caliente.

En este momento ya tendremos el chocolate fundido (o casi). Lo dejamos que pierda un poco de temperatura y mientras vamos a ponerle papel vegetal al bol donde vayamos a montar nuestra tarta.

Agrega también la esencia de vainilla si es que has decidido usarla.

Una vez que nuestra crema ya está integrada, comenzamos a montar la tarta. Puedes empezar con galletas o con crema, en mi caso comenzamos colocando una capa de crema por toda la base del molde.

Encima de las galletas de nuevo capa de crema, y seguidamente capa de galletas bañadas en leche…y así hasta acabar con la crema y las galletas.

Cuanto termines, cubre la tarta y refrigérala un mínimo de dos horas, si es más tiempo mucho mejor. A nosotros nos gusta mucho de un día para otro (aunque algunas veces no nos resistimos…)