En un bol pon la harina de arroz integral. Añade una pizca de sal y media taza de agua aproximadamente. Mezcla bien con la ayuda de una cuchara y, si es necesario, ve añadiendo un poquito más de agua hasta conseguir una masa homogénea y no muy compacta. Tiene que quedar un poco más espesa que la masa de crêpe pero no mucho más.

Calienta una sartén antiadherente y, cuando ya está caliente, añade la masa y, con la cuchara, extiéndela por la base de la sartén. Ve repartiendo de modo que quede una masa fina y lo más redondita posible. Alísala todo lo que puedas y déjala a fuego medio y tapada para que se vaya cociendo. Ve girándola con la ayuda de un plato llano como dos o tres veces y cuando veas que casi ya está hecha sube un poco el fuego para que se dore un poco y quede crujiente.

Cuando se haya dorado lo necesario, pásala al plato de nuevo y ya la puedes rellenar con los ingredientes que más te gusten. Yo la voy a preparar de atún y para eso voy a necesitar: atún en aceite de oliva, tomate triturado, queso rallado, olivas y orégano.

Primero pon 3 o 4 cucharadas de tomate triturado para cubrir toda la superficie de la pizza. Extiéndelo bien, que no queden los bordes por cubrir… Ahora pon el queso rallado que puede ser mozzarella o el que más te guste. Yo tenía emmental en casa y como también se funde quedó riquísimo. Todo el tomate cubierto de queso también. A continuación añade el atún, las olivas….

Las olivas, en la pizza de atún, se suelen poner negras pero la ventaja de hacel la pizza casera es que puedes poner los ingredientes que más te gusten y en casa nos gustan más las verdes. Y ya para acabar le ponemos el orégano seco. No olvides de asegurarte de que es sin gluten, porque según la marca te advierte de que puede contener trazas.

Ya puedes volver a poner la pizza en la sartén. Tapa de nuevo y espera sólo hasta que el queso se haya fundido.
Como ves, más rápido imposible. A disfrutar de la pizza con una buena película y mejor compañía