En un bol, mezcla la nata espesa con el coco rallado, 1 cuchara azúcar blanco y el azúcar vainilla. Guarda en la nevera para 2 horas.

Calienta 3/4 de la leche de almendras (réserva una cuchara con leche para el chocolate) con 2 cucharas de azúcar blanco. En la leche que queda (1/4), disuelve el polvo de pudín de pistachos. Cuando empieza a hervir, vierte poco a poco el polvo de pudín diluido, mezclando continuamente hasta que coge una textura consistente. Aparta del fuego y deja enfriar, mezclando de vez en cuando para que no haga crosta.

Mezcla la leche con la pudín de pistachos con la nata y el coco rallado. Tiene que tener una consistencia espesa.

Forra con papel de aluminio un molde y pone por capas las galletas con la crema de pistachos, hasta acabar con una capa de galletas. Tapa y mete el molde en la nevera para unos 6 horas.

Pasado este tiempo, pasa la tarta en un plato.

Disuelve el chocolate con avellanas al baño maría con una cuchara de leche.

Baña la tarta con el chocolate caliente y con una espátula exstiende por toda la superficie. Reparte las almendras fileteadas y reserva en la nevera para unos 2 horas antes de servir.