Lo primero que tenemos que hacer es buscar la bandeja de cualquier molde de bizcocho que sea grande. La mía tiene 22 cm de diámetro.

Colocamos nuestra masa encima de la bandeja y con los dedos marcamos el borde.

Con un cuchillo cortamos la circunferencia.

Ahora necesitaremos un vaso para hacer el agujero de en medio.

Colocaremos la nocilla con la ayuda de un cuchillo en una de las esferas dejando un dedo sin cubrir tanto en la parte interior como en la parte exterior.

Colocamos la otra esfera encima.

Con los dedos presionamos la parte de dentro para unir ambas placas y hacemos un pequeño dobladillo y con un tenedor presionamos.

Luego hacemos lo mismo con la parte de fuera.

Con un cuchillo hacemos pequeños cortes sin llegar a tocar el chocolate.

Lo sacamos y dejamos enfriar por completo.

Ahora vamos a hacer la glasa. Para ello en un cuenco ponemos azúcar glass, unos 150 gr y vamos agregando agua poco a poco. Agragegaís un poco y removéis. Id poco a poco, porque si os pasáis quedará demasiado líquido y no servirá.

Cuando tengáis una consistencia como la de un bote de pintura estará listo.

Ponemos un papel de hornear y nuestro rosco encima. Y vertemos poco a poco nuestra glasa por el medio del rosco. Si veis que se os ve el rosco, coged con una chucharilla lo que se os haya caído por los bordes y volvéis a echar en el rosco, podéis hacerlo las veces que queráis.

Y llegó la hora de decorar, colocar chuches de distintos tipos, monedas, etc…