Aprovecho de churrasco

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Santiago de Compostela

En otros países no se toman a mal que se pidan las sobras de la comida en un restaurante, cosa que aquí no está nada instaurado.

En algunos, ni hay que pedirlo, es evidente, tú lo pagas, tú lo comes.

Yo tengo la costumbre de pedir que me den las sobras de la comida, sobre todo si las sobras son considerables y me pueden sacar de un apuro con la cena.

La última vez fue en una churrasquería.

Sí que es cierto que resulta difícil comer las sobras del churrasco, una vez frío se seca y no queda nada bien si se recalienta.

Pero si le añadimos un par de cosillas, la cosa cambia. Se puede aprovechar perfectamente, y da mucho juego.

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Ingredientes

10 minutos
4 raciones
  1. 250 grschurrasco (del que nos ponen en el tupper del restaurante)
  2. 4pimientos del piquillo
  3. 2 cucharadassalsa barbacoa
  4. 2 cucharadastomate frito

Paso a paso

10 minutos
  1. 1

    Cortamos el churrasco en trozos pequeños y lo disponemos en una fuente para horno junto con una mezcla de salsa barbacoa y tomate frito. Añadimos también unos pimientos del piquillo cortados en tiras.

  2. 2

    Metemos en el horno precalentado a 200º C durante unos cinco minutos, o bien hasta que esté suficientemente caliente para comer. Se sirve caliente y se come. Buen provecho

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

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Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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