Caballa al horno

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Santiago de Compostela

Que sí, que ya se que dije que no me gustaba el ajo. Pero como todo en la vida, siempre hay excepciones.

En este caso la excepción es esta receta, de lo más sencillo y barato que hay en el mercado- ayer me costaron 2,5 € el kilo-, y tan sana que aporta omega 3.

Eso sí, no es recomendable para los que sufran gota, ya que tiene gran cantidad de purina que se transforma en ácido úrico.

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Ingredientes

40 minutos
  1. Xarda o caballa- una por persona
  2. Ajo- un diente por caballa- se puede utilizar mitad ajo negro, mitad ajo blanco
  3. Perejil fresco
  4. – Sal
  5. Aceite de oliva
  6. – Patatas

Paso a paso

40 minutos
  1. 1

    Picamos los ajos con el perejil y la sal. Para que queden mejor picados, mejor usar sal gruesa. Una vez listo, le añadimos como medio vaso de vino de aceite. Agregamos esta mezcla a las xardas y dejamos que reposen por lo menos una hora en la misma fuente en la que las vayamos a meter al horno, por eso de no manchar. Mejor en la nevera y tapadas con un film para que no cojan olores.

  2. 2

    Mientras tanto cocemos las patatas de la forma habitual. Las sacamos prácticamente al punto.

  3. 3

    Echamos las patatas a la fuente y las ponemos en el horno precalentado a 180 º C durante unos 30 minutos. Todo depende del tamaño de las xardas. Una vez que las probéis ya me contaréis, pero lo más rico son las patatas. También sale muy buena si, en vez de ajo blanco, usamos ajo negro, el cual tiene múltiples propiedades.

  4. 4

    Buen provecho

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Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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