Lavamos bien los morrones, los secamos y los llevamos a horno al máximo hasta que se cocinen bien o sea que la piel este bien arrugada. Ponemos los morrones en un plato y los llevamos a la heladera hasta que se enfríen.

Picamos las cabezas de ajo, pesamos la pimienta y cuando los morrones estén fríos los pelamos, les quitamos los cabos y semillas, reservamos todo.

Lavamos y preparamos bien un frasco de vidrio (en mi caso use uno de café), agregamos entonces el ajo, la pimienta y la sal, luego agregamos los morrones y por último el aceite, y al que le guste puede agregarle algunas hojas de laurel. Tapamos, batimos bien y llevamos a la heladera hasta su consumo. Dura en la heladera entre 20 y 30 días.

A manera de nota: Otra forma de condimentar los morrones es la de ir intercalando los ajos y la pimienta a medida que se van agregando los morrones.