Primero ponemos en una ollita y a fuego bajo la leche con el arroz y la mitad del azúcar. Tenemos que remover cada tanto para no dejar que se pegue el arroz en el fondo. Añadimos el palito de canela en rama y la cascarita de limón que no tenga parte blanca. Dejamos hervir y cuando rompe hervor cocinamos 10 minutos y recuerden revolviendo seguido.

En un bol batimos las 2 yemas con el resto de azúcar hasta cremar. Yo lo hice con batidora para que fuera más rápido y se desintegrara mejor el azúcar. Recuerdo que mamá lo hacía a mano y estaba un buen rato haciendo la famosa yemada. Cuando está cremoso añadimos la vainilla y batimos un poco más para mezclar.

Cuando la leche hirvió por 10 minutos sacamos un cucharón y se lo agregamos a las yemas, mezclamos bien.

Y añadimos esa mezcla a la leche, integramos y cocinamos 4 minutos o hasta que prueben el punto del arroz y esté a su gusto. Siempre removiendo. Apagamos el fuego y dejamos reposar.

Cuando lo notamos tibio lo pasamos a un bol y de inmediato comenzamos a batir a máxima velocidad y por 8 minutos. Nos queda un merengue bien firme.

Añadimos la mayoría del merengue a la ollita con el arroz y lo integramos suavemente. No pasa nada que aún esté muy tibio. Reservamos un poco de merengue para poner al servir.

Lo pasamos a un bol de vidrio o a potes individuales. Le añadimos canela en polvo a gusto.