Ponemos a hervir en una cazuela con agua y un poco de azúcar la calabaza. Cuando pinchemos y no nos cueste pinchar ya estará. Trituramos un poco junto con el caldo de la calabaza y dejamos enfriar para poder trabajar la masa.

Ponemos la calabaza en un recipiente para amasar. Vamos añadiendo la harina poco a poco y disolviendola con la calabaza. Más o menos son 250 gr pero depende del tipo de calabaza. Añadimos y paramos cuando cogemos un puñado de la masa y estrujamos y por la parte de arriba del puño nos sale la masa no líquida. Ojo con añadirle más harina de la cuenta porque entonces se nos quedarán muy duros.

Añadimos la levadura desmenuzada. Disolvemos con la masa y dejamos reposar para que suba la masa.

Ponemos en una sartén abundante aceite y una fuente con papel de cocina para dejar los buñuelos fritos y que absorba el excedente de aceite. Cuando el aceite esté bien caliente, cogemos un puñado de masa estrujamos hacia arriba del puño. Con la otra cogemos la bola de masa, con los dedos moldeamos el agujero y lo ponemos en la sartén. Así con todos.

Cada vez friamos cada uno de los buñuelos los vamos dejando en la fuente con el papel absorbente. Así los hacemos todos. Servir caliente. Normalmente se suelen acompañar de azúcar para mojar en ella y comerselos dulces. Que aproveche!!!