Mezclamos todos los ingredientes secos en un bol grande (la harina, la sémola, la sal y la levadura si es seca). Si es fresca la disolvemos antes en agua tibia o la demenuzamos con los dedos sobre la harina.

Agregamos el agua y amasamos hasta formar una bola. En una superficie enharinada amasamos unos 8 minutos, hasta que quede una masa elástica y que apenas se pegue. La tapamos con un paño y dejamos reposar 15 minutos

Pasado este tiempo dividimos la masa en seis bolas y aplanamos con las manos o con un rodillo. El grosor dependerá de si las queremos para mojar en salsa (más finas) o para rellenar (más gruesas). Tened en cuenta que el pan va a engordar algo más del doble del grosor que dejemos cuando lo pongamos en la sartén