Las patatas las corto en gajos, eso es a lo que más os guste, las meteremos un poco en agua, las escurrimos y con un paño limpio o papel de cocina las secaremos muy bien, y cuando digo muy bien, es muy bien, porque si no no vamos a conseguir que nos queden crujientes por fuera y tiernas por dentro,

Las pondremos en la sartén cubiertas de aceite, importante, con el aceite frío y pondremos fuego alto unos 10 a 15 minutos, apartar del fuego y dejarlas como media hora, pasado ese tiempo las lleváis a fuego fuerte y freír que veáis que están doraditas, os quedarán crujientes por fuera y tiernas por dentro, yo algunas veces meto junto a las patatas una cabeza de ajo y le da un punto delicioso, añadirles sal al gusto,

Los huevos los vamos a hacer así, separar las yemas de las claras con cuidado no se os rompa la yema,

Montamos las claras con una pizca de sal a punto de nieve y con una cuchara disponer unas nubes en la bandeja del horno con papel cebolla, dejando un hueco en medio, meter al horno precalentado a 200º unos 6 a 8 minutos, cada horno es un mundo, vigilar que dore un poco pero no que se quemen las nubes. Sacamos del horno y con una cuchara añadimos al centro la yema y ponemos al horno 2 o 3 minutos más, salpimentar el huevo y espolvorear perejil picado y a disfrutar, tevasapuntar.