Chuleta de Cerdo en salsa de tomate

Extendemos por el fondo de un plato un buen puñado de sal, pimienta negra y ajo en polvo. Es la base para nuestro aderezo.

Sobre esta capa pondremos las chuletas que también aderezaremos con esta mezcla. Intentaremos que queden demasiado apelotonadas una encima de la otra. Rociaremos generosamente con aceite de oliva y cubriremos con un plato o con una capa de papel film. Dejaremos reposando el mayor tiempo posible.

Antes de cocinar nuestras chuletas, prepararemos nuestra salsa. para ello pelaremos y laminaremos los dientes de ajo. Si no te gusta encontrarlos, puedes rayarlos o picarlos bien pequeñitos.

Pelamos y rayamos la cebolla. En este caso al revés. Si te gusta encontrar la cebolla puedes cortarla en juliana o picarla a tu gusto. Reservaremos.

En una sartén y con un poco de aceite, dejamos bailar en él, tal como dice mi compi Jaime, los ajos laminados.

Cuando empiecen a dorarse pero evitando a toda costa que se quemen (van a amargar de lindo silo hacen), agregamos la cebolla.

En el momento en que veamos que la cebolla comienza a transparentar, vertemos el vasito de vino blanco y subiendo el fuego, dejamos que el alcohol se evapore.

Agregamos el tomate frito, las hierbas aromáticas e incluso un poco de pimienta y/o guindilla, si nos apetece y bajando la intensidad del fuego, dejamos que vaya reduciendo e integrándose todo el conjunto.

Momento para asar nuestras chuletas. Solo tenemos que calentar bien la plancha o sartén y ponerlas encima. 5 minutos por cada lado y listas. Colócales en la fuente para servir y tápalas con un plato para que conserven el calor.

Este paso no es necesario pero a mi me gusta hacerlo. Traspasamos nuestra salsa a la sarten que hemos utilizado para asar la carne y ayudándonos de una espátula y a fuego lento, vamos desgrasando todos los jugos que se hayan quedado en el fondo de la sartén. Le da un sabor increíble