Pulpo a la vinagreta

Para evitar que el pulpo quede duro, lo tenemos que asustar, es decir, ponemos a calentar una olla con abundante agua, sal y un corcho de una botella de vino, cuando rompa a hervir, lo sumergimos y retiramos rápidamente 3 veces de forma sucesiva —de modo que el colágeno de los músculos del cuerpo del pulpo se rompen y la carne queda mucho más blanda—. Después lo dejamos cociendo durante 27 minutos (para este peso del pulpo), lo retiramos y enfriamos bajo el chorro del agua.

Cortamos el pulpo y picamos la cebolleta, la cebolla, el pimiento verde y el rojo.

Preparamos la vinagreta, y la mezclamos hasta que quede bien integrada y homogénea. La proporción es de 3 de aceite por 1 de vinagre, y a nosotros nos fue muy bien esas cantidades, pero se puede reducir o aumentar dependiendo del gusto, pero manteniendo la proporción.

Añadimos la vinagreta y servimos (a ser posible) un poco frío.