🐟Medallones de merluza, quinoa y acelga al horno 🐟

Comenzamos por la quinoa: en un bowl colocamos la quinoa y lavamos y escurrimos repetidas veces, frotando con los dedos para eliminar la saponina. Escurrimos y reservamos.

En una ollita pequeña colocamos el agua con la pizca de sal y una vez que rompe hervor añadimos la quinoa. Cocinamos a fuego bajo por 15 minutos revolviendo de tanto en tanto para que no se pegue. En agua se irá consumiendo y la quinoa cambiará su aspecto. Cuando el centro se vea cocido estará lista, y el agua se habrá consumido prácticamente por completo. Retiramos del fuego, tapamos y dejamos reposar dos minutos, luego pasamos a un recipiente donde dejamos enfriar.

La acelga la podemos cocinar hervida, salteada o al vapor (yo opté por esta última) lo importante es que esté bien escurrida para eliminar ese exceso de líquido.
Paa cocerla al vapor yo la lavo bien, y coloco en un colador metálico encastrado en una olla con agua hasta la mitad (que no toque la base del colador). Tapo y dejo cocinar hasta que los tallos están tiernos. Una vez pasado el calor intenso la escurro muy bien presionando en un colador de malla fina. Reservamos.

La merluza es mejor elegirla fresca y despinada, en nuestra pescadería de confianza. Chequeamos que no tenga ninguna espinita oculta y colocamos en el vaso de la procesadora. Accionamos por unos segundos para picar la merluza. Pasamos a un bowl.

Añadimos la acelga, la quinoa, el ajo picado/prensado/rallado, el huevo y salpimentamos. Integramos bien. Dividimos en 9 porciones de 90 g aproximadamente cada una. Reservamos.

En un plato hondo mezclamos la harina integral, el salvado de trigo y las semillas.
Damos forma a los medallones y rebozamos con esta mezcla por ambos lados.
Colocamos en asadera ligeramente aceitada y llevamos a horno fuerte (200°C) por 10 minutos inicialmente, volteamos con ayuda de una espátula y cocinamos otros 10 minutos más (tiempo total de horno: 20 minutos).

Si son para comer en casa podemos servirlas de inmediato, con el acompañamiento deseado.
Y si son para llevar de vianda, dejamos que se enfríen un poco y llevamos a la heladera hasta el momento de armar la vianda.
En un recipiente hermético adecuado (vidrio/plástico según preferencia y disponibilidad) colocamos los medallones y la guarnición elegida. En este caso fue puré de calabaza.
Transportar en lunchera o bolso térmico, sin romper la cadena de frío.