Encender el horno para que se entibie, apagarlo y dejarlo cerrado. Disolver la levadura con el azúcar con 200 ml de agua.

Cuando se hayan disuelto bien, pasarlos a un bol con la harina.

Impastar la mezcla con las manos, agregando el agua restante, la sal y, al final, el aceite (2 cdas.). Debe quedar una masa lisa.

Cubrir el bol con un repasador y meterlo en el horno tibio, dejándolo leudar 2 hs. (solo debe estar tibio, de lo contrario se formará una costra en la masa).

A las 2 hs, espolvorear harina sobre la mesada, ungirse las manos con aceite y trabajar la masa, replegándola varias veces sobre sí misma.

Dividir el bollo en dos, trabajar un poco más cada uno.

Colocarlos sobre una tabla y cubrirlos con un repasador apenas húmedo; deben reposar unos 15'.

Volver a ungirse las manos con aceite y extender cada bollo en la pizzera, untada también con aceite y recubierta de pan rallado. Esparcir un poco de sal gruesa sobre el impasto y dejar leudar aún unos 20' más.

Encender el horno a temperatura máxima (a 220°) con suficiente antelación como para que esté bien caliente cuando la pizza bianca ya haya cumplido los 20' de leudado final. Cocinar unos 15' (en horno ventilado) o el tiempo necesario para que se dore un poco por debajo. A disfrutarla!

Entre prepararala, amasarla, dejarla leudar y cocinarla, la pizza bianca insume casi 4 hs. Pero, el tiempo que pasas haciéndola no excede los 30' pues lleva unos 10 impastarla, 10' la primera amasada y unos 5 la segunda y el estirarla.