Lechona al horno

La noche antes hemos de poner la lechona y el huevo crudo en un barreño con agua e ir echando puñados de sal y disolviéndola.

Sabremos el punto exacto de sal que precisamos porque cuando esté en su punto el huevo subirá a la superficie. Dejaremos de echar sal y mantendremos la lechona toda la noche así.

A la mañana siguiente la sacamos del agua, la secamos bien para que no quede húmeda, la tendremos hidratada y correctamente salada.

Una vez seca, la untamos con mantequilla por toda la piel. La ponemos en una fuente con el horno previamente caliente a 180º y la cocinamos una hora y media.

Veremos si está hecha, algunos entendidos dicen de darle la vuelta, yo nunca lo he hecho, prefiero si le falta tiempo dejarla más.

Mientras, hemos lavado las patatas y metido en el microondas 5 minutos, luego les damos un toque dorado friéndolas un poco, las escurrimos y reservamos.