Quitamos la parte de arriba y de abajo de los pimientos, sin escatimar, que nos puedan servir para algún sofrito futuro. El trozo que nos ha salido, lo partimos a la mitad, creando dos medallones de cada pimiento. (Pimientos iguales o diferentes). Procurad el corte lo más plano posible, para que luego en la sartén, no se nos cuele mucho el huevo.

En un bol ponemos los huevos y batimos. Incorporamos pavo picado, boca de mar picada, gulas y cebollino picado y movemos todo.

En una sartén, un chorrito de aceite de oliva, muy poco. Cuando esté caliente ponemos dos, tres, cuatro pimientos, los que nos entren pero que no estén apretujados. Y con un cazo, cogemos el bol y vamos rellenando los pimientos. Es probable que algo se nos salga porque no hayamos hecho el corte perfecto, no pasa nada. Dejamos que se haga un poco, y damos la vuelta. Y misma operación.

Repetimos el proceso tantas veces queramos, tengamos pimientos y mezcla. Si se acaban los pimientos, hacer el revuelto normal y acompañarlo en la decoración.