Para la pasta: Luego de preparar la pasta al clásico estilo, sin sal ni aceite, bajar con abundante agua fría y así evitaras que se pegue, lo mejor es echarla de una vez a la salsa que ya debiste haber preparado, sin embargo, recuerda que esta es una pasta semi frita, por lo cual, necesitaras enfriarla un poco.

Luego de que esté fría, bañarla en abundante salsa de soya para pintar, un hombre sin ese tipo de salsa es un hombre incompleto.

No la remuevas antes de colocarla en un sartén amplio, hazlo luego de colocarla, tu pasta adquirida un bello color negro que sorprenderá a tus familiares.

Para el guisado negro: Luego de cortar el calabacín y el repollo en largas tiras, lo pones a sofreír usando un poco de aceite y salsa para pintar, la idea es que vaya ennegreciendo.

Justo antes de que se cocinen, agregas una cebolla picada en julianas, así llenarás de sabor el platillo y le darás un color más suave a la cebolla la cual, no debería ser totalmente negra, A DIFERENCIA DE LO DEMÁS.

Mientras se cocina, puedes ir sofriendo el atún en salsa para pintar, lo sé tengo una fijación freudeana con ésta salsa.

Trituras los dientes de ajo y se lo agregas al atún en cocción.

Cuando tu atún este listo, lo cortas en cuadros, lo agregas al guisado, añades la pimienta, y dejás que el atún coja el color.

Para el Dulce de Leche: Hiervas una media taza de agua, le añades azúcar y le dejás cocinar hasta que esté a punto de caramelo.

Añades la leche en polvo y le dejas hervir.

Cuando esto ocurra, agregas el almidón o fecúla de maíz, la agitas muy muy bien y veras el cuerpo que toma tu postres. luego, a la nevera por 10 minutos.

Para emplatar: Colocas la pasta en un plato hondo, le agregas un corte de tomate que ya habéis reducido, sirves el guisado de forma sustanciosa pero alargada cuidando de que el atún, esté en la copa, picas un cuadrito de tu dulce, besas a tu esposa y prepárate a no moverte luego de comer por un buen rato.