Ponemos en un bowl la harina, la levadura, el azúcar, la sal y los sobrecitos y mezclamos bien. Un día hice de tomate, cebolla y morrón y al otro día usé el de provenzal. Recuerden poner dos del mismo sabor que vayan a usar.

Una vez bien mezclado todo, ponemos 3 cucharadas de aceite y vamos agregando el agua de a poco (yo usé casi 300 cc, ir calculando de a poco, hasta despegar el bollo del bowl). Si se pasan con el agua o queda pegajoso, agreguen un poco de harina 😊 Les tiene que quedar un bollo como el de las fotos. Lo dejamos en una fuente con un poco de harina, tapamos con un repasador y dejamos leudar. Debe alcanzar el doble de tamaño.

Una vez que alcanza el doble de tamaño, cortamos los pancitos y los ponemos en la misma fuente (y seguramente en otra) bien separados. Los vamos a dejar leudar nuevamente hasta que alcancen el doble de tamaño. Una vez que logramos que estén más grandecitos, ya los metemos al horno. Recuerden precalentarlo intermedio-bajo (150-180 grados centígrados). Dejar hornear por 25-30 min.

Mientras más tiempo los dejen, más doraditos y crujientes salen. Si los sacan antes, salen más blanditos. Eso depende del gusto de cada uno! Yo suelo hacer unos más crujientes y otros más blanditos! A disfrutar calentitos!