Lavamos muy bien las mandarinas y las pelamos. Cada gajo lo pelamos a vivo y retiramos las semillas y pielcitas que puedan molestar.
La cáscara vamos a raspar el reverso con una cuchara para quitar todo lo blanco. Luego la cortamos en tiritas.

⚠️Para saber las cantidades exactas de azúcar y agua es necesario una vez realizado todo el procedimiento con la mandarina, pesar la pulpa y las cascaritas obtenidas. En mi caso eran 260g de la mandarina, por lo que usé 130g de azúcar y 65ml de agua.

Para quitar el amargor de las cascaritas las vamos a colocar en una ollita con poca agua, que las cubra. Llevamos a fuego mínimo hasta que rompa hervor y contamos 3 minutos. Colamos y volvemos a cargar agua limpia, llevamos a fuego nuevamente y cuando rompa hervor contamos dos minutos esta vez. Escurrimos y repetimos una vez más hirviendo dos minutos. Escurrimos.

Ponemos cascaritas y jugo/pulpa dentro de la ollita, junto con el azúcar y el agua. Llevamos a fuego bien bajito mezclando de a ratos para que no se pegue. Cocinamos hasta que las cascaritas estén tiernas y la mermelada haya cambiado su consistencia.

Tips:
- Elegir mandarinas dulces y de cáscara fina asegura el éxito de la receta, para no correr riesgo que quede amarga (cáscara gruesa) o sosa (fruta poco dulce o insulsa).
- Opcionalmente se puede agregar dos clavitos de olor a la cocción, esta vez quise probarla clásica para que sólo sea el sabor de la fruta.