En una olla, poner 2 cucharadas de aceite de oliva, y sofreír la cebolla, el ajo y los tallos de cebollín, hasta que la cebolla se ponga un poco translucida. Agregar el arroz para risotto y revolver hasta que tome temperatura. Cuando al poner un grano de arroz entre los dedos se siente muy caliente, es el momento de agregar el vino blanco.

Revolviendo, esperar hasta que se evapore el alcohol y el arroz absorba los sabores y comenzar a agregar el caldo de verduras con cucharón (2 o 3). Repetir unas 3 o 4 veces cuando el nivel de líquido descienda demasiado (no buscamos un arroz graneado).

Cuando el arroz esté al dente, apagar el fuego y agregar el queso, revolviendo hasta fundir. Finalmente agregar la mantequilla para obtener un lindo brillo.

No incorporar sal, debido a que tanto la mantequilla como el queso ya lo contienen.

Para las berenjenas, cortarlas en tiras, enjuagarlas en una solución de agua, un chorro de vinagre blanco y sal. Luego lavarlas en agua, secarlas y marcarlas con cuchillo con cortes diagonales. Salpimentar las berenjenas, agregar un chorrito de aceite de oliva y un toque de merkén. Grillar a la parrilla o en horno.

Servir sobre el Risotto, delicioso 😋.