Lavar si fuera necesario los arándanos y con mucho cuidado las frambuesas para no dañarlas.

Cortar el aguacate en trocitos y rociarlo con zumo de limón. Cortar la cantidad de queso a gusto de cada uno y en cuadraditos. El queso feta es el que se encargará de dar el toque salado. Aconsejo se sirva a parte y cada uno lo vaya integrando en su ensalada como y cuándo considere.

Para la salsa hay que calentar en un cacito a fuego lento 1 cucharada de mostaza y 2 cucharadas de miel. También se puede calentar en el microondas, en un recipiente especial para microondas. No es necesario que hierva. Esta técnica se utiliza para que se integren bien los dos ingredientes.

Si la mostaza es muy suave, aconsejo añadir un chorrito de vinagre para realzar el sabor.

Poner los brotes que suelen venir ya lavados en una bandeja o ensaladera, esparcir por encima los arándanos y las frambuesas, los trocitos de aguacate, los frutos secos y el queso feta y aderezar con la salsa de mostaza y miel.