Mientras tanto batimos las yemas con la sal y el azúcar o endulzante, aunque a nosotros nos ha sobrado ese dulzor, al próximo que haga no le pongo nada.

Ponemos nuevamente el cazo al fuego, lo ponemos a fuego medio-bajo y echamos el huevo como en un hilo sin parar de mover con unas varillas, echamos el turrón y movemos durante unos 7 minutos, hasta que se deshaga completamente. Se notará como espesa. Lo volcamos en un recipiente y dejamos que pierda calor.

Metemos en el congelador el recipiente de la heladera y en el frigorífico el preparado que hemos hecho cubriéndolo con papel film tocando la superficie para que no haga costra. Estarán unas 10 ò 12 horas, yo lo dejé de un día para otro.

Al día siguiente, se vierte el preparado en la heladera y se bate durante 30 minutos. Lo echamos en un recipiente y se mete en el congelador donde estará unas 6 horas.

Y pasado ese tiempo ya puedes degustar este clásico helado.