En primer lugar, limpiamos de pellejos, tendones y grasa las carrilleras lo mejor posible.

Salpimentar al gusto las carrilleras por ambos lados.

Ponemos un buen chorro de aceite a calentar en una olla, y cuando esté caliente doramos las carrilleras. El objetivo es marcar la carne, no cocinarla. Retiramos las carrilleras en un plato y reservamos.

Picamos todas las verduras, añadimos un poco de aceite más a la olla en la que se marcó la carne(no quitar el anterior, tendrá un sabor brutal), y pochamos las verduras hasta que caramelicen un poco para intensificar el sabor. Salpimentar al gusto.

Una vez pochadas, devolvemos la carrilleras marcadas (y los jugos que hayan soltado al reposar) junto con las verduras. Añadimos el vino y el caldo de carne y verduras. Dejamos cocer durante 2-3 horas a fuego mínimo y tapado casi al completo.

Una vez las carrilleras estén completamente tiernas y se deshagan al tocarlas, las retiramos de la salsa que habrá reducido.

En una sartén añadimos la mantequilla y esperamos a que se derrita. Una vez esté derretida, añadimos la harina poco a poco y cocinamos hasta que la harina no esté cruda.

Añadimos la roux a las verduras trituradas, y las colamos (o no, según la consistencia buscada).

Dejamos hervir hasta adquirir la consistencia de la salsa deseada(unos 10 minutos en mi caso).

Y listo. Si queremos guarnición, recomiendo un poquito de arroz blanco cocido con un poco de laurel.