Dejamos que se cocinen las espinacas pero no demasiado ya que después seguirán haciéndose en el horno. Ahora las apartamos del fuego y dejamos que se enfríe.

Pintamos con huevo batido los bordes del hojaldre que hemos dejado sin relleno y cerramos de un lado y de otro. Le damos la vuelta para que la unión quede abajo, pinchamos con un tenedor toda la superficie y la pintamos con huevo batido. Ya tenemos hecho los dos paquetitos.

Cortamos una tira de la otra masa de hojaldre, el ancho será el mismo que tiene el rodillo, pasamos el rodillo y la colocamos encima de uno de los paquetitos. Hacemos lo mismo con otra tira y la colocamos encima del otro paquetito, se recortan los extremos y terminamos pintando con huevo batido. Se reserva en frío mientras se calienta el horno.

Y te preguntarás ¿que hacemos con la masa que ha sobrado? pues yo hice pequeños hojaldres rellenos de mermelada de naranja amarga.

Y ahora solo queda degustarlo, verás que rico está.