Cogemos un paño bien limpio, metemos dentro el calabacín rallado y lo escurrimos lo máximo que podamos, para quitarle todo el agua

En un bol grande mezclamos bien el calabacín exprimido, 2 huevos, la harina, el queso (yo puse emmental), la sal y las especias.

Terminamos de mezclar con las manos y hacemos bolitas que iremos reservando en un plato. Tiene que ser una masa húmeda, que sea fácil que cojan la forma. Si nos quedó un poco seca, podemos añadir un chorrito de agua. Si nos quedó muy húmeda ponemos un poco más de harina.

Cogemos un bol, añadimos los dos huevos que nos faltaban y los batimos. En otro bol pondremos el pan rallado. Pasaremos cada bolita por el huevo con la ayuda de un tenedor. Dejaremos que escurra el exceso de huevo y pasaremos al pan rallado.

Este es el momento en que podemos congelar las bolitas que no vayamos a hacer, en una bolsa bien cerrada y separadas para que no se nos peguen.