Pondremos un cazo al fuego y le añadimos el agua, la sal y la mantequilla.

Cuando empiece a hervir añadiremos la harina previamente tamizada. La echaremos de golpe y removeremos para que se vaya mezclando, y apagaremos el fuego sin dejar de remover hasta que esté todo bien integrado y la masa se despegue de las paredes.

Dejaremos entibiar la masa y le pondremos un huevo entero.

Iremos removiendo hasta que se integre el primer huevo.
Pondremos un segundo huevo y continuaremos mezclando hasta que se integre totalmente.
Añadiremos el tercer huevo y haremos la misma operación. Hay que conseguir una textura de corbata (ver el vídeo).

Pondremos la masa en una manga pastelera con una boquilla rizada.
En una bandeja de horno y con papel de hornear haremos los profiteroles redondos, más bien pequeños.

un dedo en agua y aplastaremos un poquito la punta de los profiteroles.

Hemos precalentado el horno a 190º centígrados por arriba y abajo y los dejamos cocer durante unos 30 minutos aproximadamente, depende de cada horno.

Montamos la nata con unas varillas y al final le añadiremos el azúcar, montándola un poquito más para que se reparta bien el azúcar.

Para rellenar los profiteroles, pondremos la nata en una manga pastelera con una boquilla larga que se introduce dentro de los profiteroles.

Introducimos la boquilla por un lado del profiterol y apretamos la manga para que entre el relleno. Una vez rellenados los guardaremos en el frigorífico.

Derretimos el chocolate en el microondas y si está demasiado espeso le podemos añadir un poco de leche o de agua.

Al servir el postre pondremos una ración de profiteroles y por encima los cubriremos con el chocolate caliente.