Crema de café con nata

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Santiago de Compostela

Desde muy pequeña me fascinaba esta crema de café con nata.

La probé en la Pizzería Salva, en la Illa de Arousa y me hice con la receta.

Después de un par de mudanzas y muchos años por medio, he perdido la receta, así que me he sacado una de la manga, intentando recordar cómo era la original.

El resultado no me ha defraudado nada, el sabor, y la textura, me han recordado mucho a la receta original.

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Ingredientes

30 minutos
6 raciones
  1. 2 sobrescafé soluble (si es para niños o para quien no quiera cafeína, sin problema, hay esta opción)
  2. 4 cucharadasazúcar
  3. 1 sobregelatina neutra en polvo
  4. 250 grsnata

Paso a paso

30 minutos
  1. 1

    Montamos la nata con el azúcar para que quede en su punto.

  2. 2

    Calentamos una taza de agua hasta que hierva. En una taza mezclamos el café soluble y la gelatina. Agregamos un poquito de agua fría para disolverlo bien.

  3. 3

    Cuando entre en ebullición el agua, se lo agregamos a la mezcla anterior. Removemos bien hasta la completa disolución de la levadura y el café. Dejaremos que enfríe a temperatura ambiente unos 15 minutos.

  4. 4

    Cuando esté frío el café, lo añadimos a la nata. Metemos en la nevera un mínimo de cuatro horas para que enfríe y coja consistencia. Se sirve frío. Buen provecho

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

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Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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