Activar la levadura: en un recipiente añadir la levadura junto con 1 cdita de azúcar, 1 cda harina, y 50 mL leche tibia aprox. Dejar leudar tapada por unos 15 minutos.

Mientras volcar la harina con el azúcar en un bowl, mezclar y formar un volcán, poner en el centro la mantequilla. Añadir el huevo batido, más la esencia de vainilla y poco a poco la leche tibia. Mezclar brevemente y agregar la levadura activada.

Integrar todo hasta formar una masa. Pasar al mesón y amasar unos 10 minutos hasta que quede pareja, suave y que no se pegue en los dedos. Poner en un recipiente tapada con papel film y dejar reposar 1 hora en un ambiente cálido. La masa debe doblar su volumen.

Mientras, preparar la crema pastelera: Poner a calentar la leche con el azúcar y las especias. Aparte mezclar las yemas con la maicena hasta que quede homogéneo. Cuando la leche esté a punto de hervir quitar las especias y añadir la vainilla, y poco a poco la maicena con las yemas, revolviendo muy rápido y sin parar para que no se forme ningún grumo. Para hacerlo más fácil puedes retirar la mezcla del fuego en este paso.

Seguir revolviendo a fuego medio-alto por 5-8 minutos, hasta que espese bien. Apagar el fuego y dejar enfriar. Cuando esté tibia cubrirla con papel film apegado a la crema, es decir, que entre la crema y el papel plástico no debe quedar aire, sino que debe tocarla por completo para evitar que se endurezca la nata de la superficie. Llevarla al refrigerador, donde terminará de espesar y quedará fría y lista para ocupar!

Pasada la hora, desgasificar la masa. Formar un rollo largo y cortar porciones de igual tamaño, no muy grandes. Formar bolitas perfectas y dejar reposar en la lata del horno enharinada, tapadas con un paño húmedo, por 30-40 minutos aprox.

Calentar aceite suficiente y freír los berlines por lado y lado hasta que estén dorados. Ojo: el aceite debe estar a temperatura media-alta, ya que si está muy fuerte se dorarán rápido pero quedarán crudos por dentro. Sacar y dejar reposar en papel absorbente.