En un recipiente tamizamos los secos. Harina, cacao, polvo de hornear, sal, bicarbonato. Dejamos a un costado.

En otro recipiente ponemos la manteca y azúcar y batimos con batidora. Luego añadimos de a 1 huevo mientras seguimos batiendo.

Cuando tengamos una especie de cremita, añadir la esencia de vainilla, la leche y el jugo de limón. Batir para integrar.

Luego añadimos a esa mezcla LA MITAD de la otra mezcla de secos. Y mezclamos a mano.

Cuando quede sin grumos, añadir El colorante.. La cantidad depende de cuan rojo quieren que quede. (Este paso es muy opcional, no afecta al sabor... Solo es para darle el color rojo distintivo de la red velvet)

Cuando lleguemos al tono deseado, añadir los secos en 2 partes más. No se preocupen si se pone medio difícil de manejar. No le agreguen nada, sigan mezclando que ya se va a hidratar.

Cuando tengamos la mezcla hecha. Cubrir con papel film (o una bolsa, tampoco se compliquen tanto) y a la heladera por 1 hora. (Esto es para que endurezca un poco y sea más fácil de manejar luego)

Una vez pasada la hora. Hacemos bolitas de la mezcla y las pasamos por azúcar impalpable. Es importante que estén totalmente cubierto y con mucha cantidad para que se aprecie el craquelado. Las ponemos en una bandeja con papel manteca o enmantecada (recuerden que son galletas, no las pongan muy juntas), aplastamos un poquito nomas y al horno precalentado 180° o más bajo, por 10/15 minutos.

Nos daremos cuenta que están cuando abajo ya están doraditas. El tamaño que use yo fue el de una cucharadita. Y no se preocupen si salen medias blanditas del horno, cuando enfrían endurecen.