Helado de fresas casero con yogur griego de toffee

Como las fresas ya las tenía bien lavadas y escurridas, cortamos las grandes y las pequeñas las dejamos enteras y las ponemos en un bol. A continuación, le añadimos el yogurt líquido de granada. Seguidamente, le añadimos los 200 ml de nata para montar de repostería. Esta nada es muy espesa y más cremosa que las demás.

A continuación, metemos en el congelador junto con el brick de nata para montar y dejamos a punto de congelación durante una hora y cuarto aproximadamente. Seguidamente, cogemos los yogures goykos griegos, los metemos en el congelador durante veinte minutos y Pasados los veinte minutos, los sacamos del congelador y los dejamos en interior del frigorífico.

Pasadas una hora desde que pusimos el bol de las fresas y el brik de nata para montar, sacamos el brik del congelador, lo abrimos y ponemos la nata en un bol junto a dos cucharadas de las seis de neppanage y dejamos las fresas en el congelador. Si no tenéis neppanage que será lo más seguro, podéis sustituirla por azúcar invertido. A continuación, metemos el brazo batidor y montamos la nata a punto de nieve y reservamos en el frigorífico. Seguidamente, sacamos el bol de las fresas del congel

A continuación, metemos el brazo batidor y trituramos hasta que quede líquida y sin trocitos. Una vez que lo tengamos bien batido. Le añadimos los tres yogures griegos de toffee.

A continuación, le añadimos otras dos cucharadas soperas de neppanage y volvemos a batir de nuevo durante un par de minutos. Seguidamente, lo pasamos a una cubitera grande. A continuación, comenzamos a añadir la nata montada y al mismo tiempo vamos batiendo con movimientos envolventes con la varilla eléctrica.

Una vez que lo tengamos batido. Le añadimos las dos cucharaditas de colorante de fresas y la media cucharadita de esencias de vainilla. A continuación, metemos de nuevo la varilla eléctrica y volvemos a batir bien

Seguidamente, cogemos un tupper grande limpio, seco y si es posible esterilizado. volcamos el helado semi líquido y con una lengua lo repartimos por el tupper.
Seguidamente, tapamos bien el tupper.

A continuación, lo metemos en el congelador y dejamos enfriar durante ocho horas.
Mientras tanto, cogemos los seis fresones, los picamos muy finos y los ponemos en un recipiente. A continuación, le añadimos las dos cucharaditas de miel, mezclamos bien y dejamos macerar en el frigorífico. Pasadas unas dos hora desde que lo pusimos en el congelador, lo sacamos y le quitamos la tapadera.

A continuación, cogemos el dosificador de bolas y mezclamos y arrancamos el helado pegado a las paredes del bol que comienza a congelarse. Seguidamente, cerramos de nuevo el tupper y lo volvemos a guardar en el congelador... esta operación la vamos a repartir seis veces más durante las ocho horas que dura la congelación del helado. Lo que quiero decir, es que cada dos horas, sacamos el tupper, removemos, tapamos y volvemos a guardar en el congelador. Pasadas las ocho horas, sacamos el helado

A continuación, cogemos los fresones macerados en la miel y se la añadimos al helado.
Seguidamente, cogemos una lengua y removemos con movimientos envolventes muy suave para que se mezclen con el helado.
A continuación, la volvemos a tapar bien para que no entre el frío directo y nos crece escarcha en la superficie del helado.

Seguidamente, volvemos a meter el tupper del helado en el congelador y dejamos enfriar durante ocho horas como mínimo antes de hacer uso de el.
Pasadas las ocho horas, sacamos el tupper del helado y dejamos enfriar durante quince minutos antes de preparar nuestras copas de helado y listo.

Observaciones. Yo he hecho dos presentaciones. Una lleva cuatro bolas de helado, fresas frescas cortadas por la mitad y fideos de chocolate. La segunda copa, lleva fresas frescas con glaseado de chocolate caliente y sirope de fresas casero.