Bacalao a la miñota — Bacalhau á Minhota—

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña

Creo que ya he dicho en alguna ocasión, que el vecino país luso me tiene enamorada ❤️🇵🇹❤️ Antes solíamos ir al menos una vez al mes; nos escapábamos por la mañana para regresar de noche 🌙... llegábamos hasta Caminha donde tomábamos el vermut 🍸 acompañado de sus típicos bolinhos de bacalhau, después regresábamos a Vila Nova de Cerveira, donde nuestro restaurante habitual nos preparaba una mesa fuera, y comíamos este fantástico bacalao o un buen pulpo... volvíamos siempre persiguiéndonos la puesta de sol, y llegábamos a casa🏡 felices, exhaustos y con la panza súper llena 🤣... Pero llevamos más de un año sin cruzar la frontera, y mientras no se pueda, tenemos que arreglarnos en la cocina 👩🏻‍🍳🍴para rememorar esos días... y esas comilonas 😋
Centrándonos en esta típica y tradicional receta de la zona del río Miño que, a pesar de su sencillez, puedo afirmar que es un plato de categoría; consiste llanamente en cocinar el bacalao al horno —previamente desalado y ligeramente dorado—. Acompañado de unas simples y suculentas patatas y cebollas, da un resultado: simplemente perfecto, sabroso, completo y saludable, siempre junto algún encurtido o aceituna negra —tan apreciados en la cocina lusa—.

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Ingredientes

~ 60 minutos
4 Comensales
  1. 3-4 LomosBacalao
  2. 4Patatas grandes (en rodajas finas)
  3. 3Cebollas grandes (en pluma)
  4. 1 VasoBrandy
  5. 1 CucharaditaPimentón dulce de la Vera
  6. 1/2 CucharaditaPimentón picante de la Vera
  7. Aceite de oliva virgen extra
  8. Sal
  9. 1,5 CucharadasHarina (para rebozar)
  10. 100 gArroz largo (para acompañar)
  11. 2 CucharadasSemillas (para acompañar)
  12. Aceitunas negras (para acompañar)
  13. Pepinillos (para acompañar)

Paso a paso

~ 60 minutos
  1. 1

    Pelamos y cortamos las cebollas en pluma. Y en una sartén, cuando el aceite esté caliente, las rehogamos hasta que estén bien blanditas. Cuando lo estén, añadimos los dos tipos de pimentón y mezclamos hasta integrar.

  2. 2

    Agregamos el brandy, dejamos que se reduzca durante 2 minutos y retiramos. Reservamos para una fuente la cebolla y su salsa. (La sartén la reutilizaremos para seguir cocinando el resto de ingredientes).

  3. 3

    Por otro lado, cocemos el arroz, y escurrimos. Y cortamos los pepinillos longitudinalmente y escurrimos las aceitunas negras. Reservamos

  4. 4

    Pelamos y cortamos las patatas en láminas finas —yo emplee la mandolina por facilidad—. En la misma sartén, y con un poco más de aceite, las freímos y las vamos reservamos, en una bandeja apta para horno. Precalentamos el horno a 200°C, con calor arriba y abajo.

  5. 5

    Freímos los lomos de bacalao previamente enharinado, en la misma sartén. Dorándolos durante 1 o 2 minutos por cada lado —aseguramos que durante el horneado quede en su punto, jugoso y sabroso—.

  6. 6

    En la fuente apta para horno, primero colocamos una base con las patatas y añadimos un poco de sal; sobre ellas, ponemos los lomos de bacalao y repartimos por encima y por los laterales la cebolla con toda su salsa. Horneamos a 170º C con calor por arriba y por abajo, durante 15 minutos en la parte central del horno. Mientras en la misma sartén, freímos el arroz reservado y mezclamos con las semillas.

  7. 7

    Transcurrido el tiempo, sacamos de horno y emplatamos: colocamos el lomo de bacalao, las cebollas y las patatas, una cucharada de arroz y decoramos con los pepinillos y las aceitunas.

  8. 8

    A disfrutar!

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Comentarios (14)

Escrita por

Arianne
Arianne @Arianne
Esquinita verde de la Península Ibérica, llamada A Coruña
Me encanta recorrer el mundo en cada bocado.Apasionada del mar, de los viajes, de la astronomía y de los libros. Poco golosa pero exigente con la calidad de los productos. ¿El final perfecto de cualquier instante gastronómico? La buena compañía... tanto a la hora de prepararlo en la cocina, como al sentarse en la mesa. Porque disfruto cocinando con y para los míos; me encanta ese desafío de conectar con mis comensales, de compartir y de no sólo hacer disfrutar a las papilas gustativas. De crear, en definitiva, un momento, un recuerdo y un vínculo con los que quiero.
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