Cortamos las verduras en tiras finas, las salpimentamos y las echamos en una sartén bien caliente con un chorrete de aceite de girasol (el de oliva aporta mucho sabor y no queremos que sepa a comida mediterránea, aunque si os vais a sentir más sanos podéis usarlo igualmente)

Salteamos a fuego fuerte las verduras durante 2 o 3 minutos y añadimos una cucharadita de glutamato o Ajinomoto que viene a ser exactamente lo mismo. Si no tenemos, podemos usar una pastilla de caldo tipo Maggi desmenuzada.

Mientras tanto, cortamos el pollo (queda más jugoso el contramuslo pero se puede hacer con pechugas, o con riñones de lechazo si os da la gana, pero mi receta es con contramuslos de pollo) y salpimentamos

Una vez doradas por fuera las verduras, añadimos el pollo salpimentado y seguimos moviendo la sartén bien caliente para que no se nos queme.

Cuando casi esté cocinado el pollo, incorporamos la cucharada de salsa de ostras, que suena asqueroso pero le da un saborcillo rico, el agua y una cucharada de maizena para espesar.

Por último, echamos un poco de salsa de soja (preferiblemente dulce), removemos un poco y a disfrutar del delicioso pollo que jamás pensasteis que comeríais en vuestra casa, y sobre todo, con la certeza de que es carne de pollo y no de gato!!!