Salpimienta y sofríe ligeramente las setas en una sartén con un poco de aceite. Mientras tanto bate los huevos en un bol amplio y luego añades la leche y la nata. Cubre con papel de aluminio o bien unta con mantequilla el molde. Pon en el fondo una primera fila con el fiambre de jamón. Al desmoldar será lo que quede arriba, a la vista. 

Ahora empieza a empapar las rebanadas de pan y cubres el fondo del recipiente con una capa de pan. Salpimienta con cuidado.

Por encima coloca las setas y sobre ellas una capa de crema de calabaza, de patata o de lo que se te ocurra. Cubre con una segunda capa de pan. Rocía por encima con un par de cucharadas del batido de leche/huevos.

Ahora viene el queso Camambert o el que te guste. Si es en láminas lo colocarás mejor. Añade también las aceitunas e incluso, si te atreves, puedes ponerle por encima una capita de gambas o incluso repetir el jamón como hiciste al comienzo de la elaboración. Te quedará de vicio.

Coloca sobre ellos una última capa de pan (ya sabes, bien empapado). Añade con una cuchara el resto del batido de leche/huevo sobre esta última capa de pan y vuelver a salpimentar ligeramente.

Hornea al baño María durante 40 minutos, cubriendo con papel de aluminio para que no se reseque el pastel. Lo dejas enfriar, lo desmoldas y lo cortas en porciones de un par de dedos de altura (más o menos, vaya) y ya lo puedes servir.

Aquí lo tenéis.