Vamos a lavar bien las patatas, no deben de tener nada de arena, tierra o polvo ya que la piel se comen con su piel, las pinchamos con un tenedor y las colocamos en una bandeja de horno, las horneamos con el horno precalentado a 230 grados calor arriba y abajo durante 25 minutos.

Pasados los 25 minutos las sacamos y las pintamos con aceite de oliva por todos sus lados, también lo puedes hacer con mantequilla derretida, agregamos sal y volvemos a hornear durante otros 25 minutos.

En ese tiempo vamos a cortar los ajos tiernos en juliana, también vamos a preparar la crema agria o sour cream, en un bol añadimos la nata, batimos durante unos segundos con unas varillas y acto seguido agregamos el zumo de limón, inmediatamente mientras seguimos batiendo veras como la nata espesa, añadimos el vinagre, seguimos batiendo ponemos a punto de sal y de pimienta y reservamos.

También vamos a dorar el bacon en una sartén sin nada de aceite para que se haga en su propia grasa, una vez este dorado y crujiente lo escurrimos bien y ponemos en papel absorbente, ahora sacamos las patatas del horno, las damos un corte en el medio y las abrimos con cuidado, estarán muy calientes, con ayuda de un tenedor machacamos el interior, agregamos un poco de aceite de oliva, sal y pimienta en su interior, ahora la sour cream, el queso parmesano, bacon y por último los ajos tiernos.

Con el calor de la patata todos los ingredientes de calentarán rápidamente, son un bocado genial, espero que os gusten tanto como a mi, y recuerda que las puedes acompañar con infinidad de ingredientes.