Carpaccio de piquillos con macerado de champiñón

Limpiamos bien y quitamos el pie a los champiñones (no lo tires, se puede hacer un revuelto estupendo...)

Pelamos las cabezas de los "champis" (se hace muy fácil) y las cortamos en láminas.

En un recipiente adecuado los ponemos a macerar con aceite de oliva, el zumo de las limas (mucho mejor exprimido a mano, oiga), un poco de sal y pimienta recién molida. Dejamos reposar una hora.

Mientras tanto, partimos por la mitad los pimientos del piquillo longitudinalmente o sea, empezando por la boca y terminando por el piquillo propiamente dicho), y limpiamos bien de semillas con un papel de cocina.

En un plato amplio, disponemos el carpaccio de pimientos sin que monten mucho.

Sobre el carpaccio, disponemos ordenadamente las láminas de champiñón macerado y rallamos por encima el queso Grana Padano (o Parmesano, según preferencias. ¿Un manchego curado, un Urbasa, un Idiazabal sin ahumar? Pues también, oye).

Decoramos con cebollino picado y unas ramitas del mismo enteras, y listo. No puede ser más fácil!!