Bizcocho cuatro cuartos

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Santiago de Compostela

El bizcocho cuatro cuartos es el más sencillo y el más usado como base para tartas con bizcocho.

Se llama así porque tiene cuatro ingredientes (y levadura) con las mismas cantidades.

En esta receta he puesto 200 grs de cada ingrediente, aunque esto puede variar en función del tamaño que se quiera.

A mí me ha dado para un bolde de cake, pero si se quiere hacer para una tarta rellena se puede duplicar la cantidad.

Más sencillo, imposible.

Bizcocho cuatro cuartos

El bizcocho cuatro cuartos es el más sencillo y el más usado como base para tartas con bizcocho.

Se llama así porque tiene cuatro ingredientes (y levadura) con las mismas cantidades.

En esta receta he puesto 200 grs de cada ingrediente, aunque esto puede variar en función del tamaño que se quiera.

A mí me ha dado para un bolde de cake, pero si se quiere hacer para una tarta rellena se puede duplicar la cantidad.

Más sencillo, imposible.

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Ingredientes

60 minutos
6 raciones
  1. 4huevos (aproximadamente 200 grs)
  2. La misma cantidad de harina
  3. La misma cantidad de azúcar
  4. La misma cantidad de mantequilla
  5. 1 cucharadalevadura en polvo

Paso a paso

60 minutos
  1. 1

    Tendremos la mantequilla a temperatura ambiente.

    En caso de que no se pueda, o nos hayamos olvidado de sacar la mantequilla, tengo un truco que no falla.

    Con un rallador de queso, rallamos la mantequilla y en seguida coge temperatura ambiente.

    No vayamos por la “vía rápida” y calentemos la mantequilla. De esa forma el bizcocho quedaría apegotonado.

  2. 2

    Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que se ponga blanco.

    Quien tenga la thermomix, puede poner la mantequilla con el azúcar durante 1 minuto a velocidad 5 sin temperatura.

  3. 3

    Añadiremos el resto de los ingredientes en el siguiente orden: huevos, harina y levadura.

    Mezclamos todo bien

    Si seguimos con la thermomix, podemos dejar unos 5 minutos de tiempo e ir agregando los ingredientes por el bocal. Para evitar que salpique, bajamos un poco la velocidad, como al 2, cada vez que agregemos un nuevo ingrediente.

  4. 4

    Echamos la cema en un molde de silicona o en un molde metálico preparado para el bizcocho (con mantequilla y harina).

  5. 5

    Precalentamos el horno a 200 ºC . Si no nos dimos cuenta de hacerlo previamente, no pasa nada. Siempre le viene bien un toque de frío a la preparación del bizcocho antes de introducir en el horno. De esa forma, con el choque de temperaturas, sube mucho más la masa.

  6. 6

    Metemos en el horno en la rejilla y a media altura y dejamos 10 minutos a 200ºC. Después bajamos la temperatura a 180ºC y dejamos hasta que se nos haga. A mí este bizcocho me llevó 50 minutos.

    Ya sabéis: no se puede abrir la puerta del horno durante los primeros 30 minutos.

    Se prueba pinchando con un cuchillo afilado y que no salga manchado.

    Cuando esté listo el bizcocho hay que dejarlo enfriar en una rejilla para que no se apelmace.

    Buen provecho

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén
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Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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