Siempre y previamente a cocinar me gusta preparar todos los ingredientes posibles, picamos los ajos finos.

La cebolla en trocitos pequeños.

Cortamos los pimientos y el tomate también en trocitos pequeños.

Hacemos el sofrito aparte, (será más práctico), por lo que ponemos una sartén al calor y doramos el ajo.

Cuando comience a dorarse echamos la cebolla, salpimentamos y dejamos hasta que comience a coger color.

Agregamos los pimientos y el tomate, rectificamos de sal, añadimos el vino y dejamos que se evapore el alcohol, una vez listo trituramos el sofrito y reservamos.

Limpiamos los mejillones, quitamos las impurezas, los ponemos en una olla junto con medio vaso de agua, tapamos y permitimos que lleguen a cocción y se abran.

A medida que se van abriendo los retiramos, quitamos una de las dos valvas, colamos el caldo de cocción y reservamos ambas cosas.

(En éste caso he utilizado un caldo de pollo en tetrabrick, si tenéis natural saldrá mejor de sabor), ya tenemos casi todo listo para comenzar la paella, hemos lavado el marisco y dejamos que se vaya secando.

Si no teníamos partido en trozos el pollo es el momento de hacerlo.

Ya una vez con la paella delante y con el fuego alto, salteamos primero el pollo para que se dore, lo retiramos y reservamos.

Seguimos con el marisco, repetimos la operación.

Agregamos el arroz y el azafrán, debemos dorarlo unos minutos a fuego vivo a fin de sellarlo, notaremos diferencia si no lo hacemos.

Cuando veamos que queda suelto añadimos los trozos de pollo y removemos, no será necesario dejarle tiempo ya que lo tenemos hecho por fuera.

Mezclamos el caldo de pollo con el de los mejillones, (debe estar caliente) y lo añadimos a la paella sobre el arroz, siempre el doble que de medida de arroz y una medida más de propina dice mi madre, a partir de ese momento ya no debemos de remover el arroz, sólo debemos efectuar momentos de vaivén con las manos.

Permitimos que se vaya cociendo el grano y de vez en cuando removemos con movimientos de vaivén, iremos viendo que el caldo merma y el grano de arroz crece, cuando notamos que el grano comienza a estar blando añadimos los guisantes así como el marisco, bien repartido.

Cuando notemos que al grano le quedan unos minutos retiramos la paella, la cubrimos con papel de periódico si es posible o con un trapo de cocina y dejamos que se termine de hacer.

Ya podemos servirla en los platos junto con trozos de limón.