Precalentamos el horno a 210º con calor arriba y abajo. Pelamos las tres patatas, dos si son grandes, y las cortamos en láminas. No importa si os quedan gordas, de hecho, esto evitará las posibilidades de que se quemen.

Les quitamos la piel a los contramuslos de pollo, los pasamos por agua y empezamos a colocar. Embadurnamos la base de una bandeja apta para horno con aceite y colocamos las patatas encima cubriendo todos los huecos. Les echamos sal, pimienta y pimentón.

Colocamos los contramuslos de pollo encima de las patatas. En un recipiente echamos la pastilla de caldo de pollo, los dos dientes de ajo y el perejil junto con un chorro de vino (opcional). Lo machacamos todo y añadimos los 500 mililitros de agua. Batimos y lo añadimos en la bandeja de horno encima de las patatas y el pollo.

Metemos la bandeja en el horno durante 1 hora y media. A mitad de ese tiempo tenemos que dar la vuelta a los contramuslos y, además, vamos a añadir el pimiento ya asado. También se puede asar al mismo tiempo que el resto de la receta pero, a mí me resulta más fácil así. Tenéis el método para asarlo en mi receta “Espaguetis a mi manera con albahaca’.

Pasada la hora y media apagamos el horno una vez evaporada el agua. Rectificamos de sal y añadimos el ajo en polvo. Sacamos la bandeja y servimos. ¡La pinta habla por sí sola!